sábado, 11 de abril de 2015
"AÑO JUBILAR" PARA UNA SOCIEDAD SOLIDARIA: ¿UNA UTOPIA?
En el 2do. Libro Éxodo (18:25-26; 19:5-7), Jehová estableció una sociedad solidaria bajo un Gobierno mixto, teocrático y democrático: Un Gobernante-Profeta designado por Dios y un Consejo de Ancianos designado por el pueblo y en armonía con el Profeta. Era un modelo que tendía a evitar la polaridad económica; es decir, que en un extremo se acumule la riqueza y en el otro se acumule la pobreza. Este equilibrio social magníficamente previsto por Dios, se sostenía en fundamentos de igualdad, oportunidad, libertad y justicia. Tal era el significado de los mandatos divinos de: “año sabático” (cada 7 años) y “año jubilar” (cada 49 años) señalados en el Antiguo Testamento y retomados expresamente por Jesucristo en el Nuevo Testamento, cuando dio inició a su Ministerio (Lucas 4:18-19,21)). Resulta obvio que ejecutando fielmente estos mandatos determinados para Israel, pueblo escogido por Dios, éste hubiera sido efectívamente un pueblo símbolo de justicia, hermandad y bienestar para todos los pueblos del planeta. No fue así por los perversos y prevaricadores sacerdotes judíos, sometidos en todo tiempo al poder y a la riqueza material. De ellos profetizó Oseas: “Oid la Palabra de Jehová, oh hijos de Israel: Jehová tiene pleito con los habitantes de la tierra, porque no hay en la tierra verdad ni lealtad, ni conocimiento de Dios. El perjurar, el engañar, el asesinar, el robar y el adulterar han irrumpido. Uno a otro se suceden los hechos de sangre. Por eso la tierra está de duelo, y todo habitante de ella desfallece junto con los animales del campo y las aves del cielo. Aún los peces del mar perecen. Nadie contienda ni amoneste a ninguno, porque es contigo con quien tengo pleito oh sacerdote. Tropezarás, por tanto, en pleno día; también el profeta tropezará contigo en la noche(..). Mi pueblo es destruido porque carece del conocimiento, porque tu has rechazado el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio: y porque te has olvidado de la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos”.(4:1-6-AT). ¡Tan presente esta amonestación con respecto a los nuevos fariseos!. No obstante, en el siglo. XVI constatamos con la REFORMA un claro ejemplo gubernamental: Calvino en Ginebra lideró un Gobierno con los principios bíblicos y fue un extraordinario símbolo para esa época. Ha transcurrido “mucha agua bajo el puente” y este símbolo precario como algunos otros que sucedieron y sucederán, en tanto creaciones extensivas de Dios, requieren ser reflexionados y asumidos con la inspiración de Dios, con vistas al segundo advenimiento de Jesús, el Cristo. Aproximada)mente 60 siglos han pasado desde la creación humana, y si calculamos 2 años jubilares por siglo, se hubieran ejecutado 120 años jubilares, todo lo cual nos hubiera preparado y conducido a un mundo diferente y solidario, sin violencia irracional y fratricida, guerras y revoluciones cruentas. La formulación de teorías y praxis humanas sobre sociedad y gobierno, desde Montesquiu (“El espíritu de las leyes”), Rousseau (“El contrato social”) pasando por Marx, Bakunin, Lenin… hasta ahora: E. Laclau (“Hegemonía y estrategia socialista”), E. Morín (“La Vía”) entre otros, no han resuelto ni resolverán los graves problemas de la sociedad y de la naturaleza. Pese a ello, otro mundo es posible si transformamos el corazón humano hacia Dios y desplegamos nuestra fe en Cristo. Todo es posible para los que creemos en Jesucristo y su advenimiento glorioso. De suerte que los cristianos integrales y congruentes, desplegamos humilde y constante nuestra luz en las tinieblas de este mundo, fija la mirada en la Cruz de la Salvación.
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