1.-PRESENTACION:
El mundo confesional cambia para bien. El protestantismo se acerca a sus 500 años de Reforma y su avance es inobjetable con la bendición de Dios. Mas este crecimiento como es de suponer no es lineal, su proceso es disimil. En muchas naciones su avance es mayor que en otros. En Perú, por ejemplo su proceso es lento, pero firme desde la década de los 90 aproximadamente. He aquí un primer avance: Según la Constitución de 1993: “Artículo 50.- Dentro de un régimen de independencia y autonomía, el Estado reconoce a la Iglesia Católica como elemento importante en la formación histórica, cultural y moral del Perú, y le presta su colaboración. El Estado respeta otras confesiones y puede establecer formas de colaboración con ellas”. Y he aquí un segundo avance: Según la Ley 29635 (otorgada en el 2010) Ley de Libertad Religiosa, el Estado peruano “garantiza el derecho fundamental de toda persona a la libertad de religión reconocido y amparado por la Constitución Política del Perú y por los Tratados Internacionales ratificados por el Estado peruano”(Art. 1).
Ahora bien, transcurridas más de dos décadas de la promulgación de la Constitución y más de un lustro de la Ley de libertad religiosa, constatamos que dejan mucho que desear en cuanto a ser promotoras de inclusión; es decir, respetar la diversidad incorporando las otras confesiones como las protestantes, hindúes, judías, etc. En dicho lapso de tiempo constatamos que sólo la confesión católica ha sido y es apoyada no sólo en cuanto a la difusión doctrinal en el sector educación, sino también en la remuneración del personal eclesiático, desde el arzobispo(ver noticia aparecida en el diario Correo del 4/4/2016, redacción multimedia), todo lo cual resulta contradictorio con el espíritu de las referidas normas legales, específicamente con la La Ley de Libertad Religiosa, a saber:”El Estado reconoce la diversidad de las entidades religiosas. En igualdad de condiciones, gozan de los mismos derechos, obligaciones y beneficios”(Art. 2).
Lo que si hace la Ley es facilitar no la inclusión sino una evasión sutil: Exoneración del curso de religión; en buen romance, la exclusión.
2.-UN NUEVO ESCENARIO MUNDIAL CONFESIONAL:
Veamos algunas estadísticas:
“Según el estudio del Pew Forum Research Center publicado esta semana, más de ocho de cada diez personas se identifican con un grupo religioso. Para este estudio se han tomado estadísticas demográficas de más de 230 países y territorios. En total hay 5,8 mil millones de adultos con alguna afiliación religiosa en todo el mundo, lo que representa el 84% de la población mundial en 2010. El estudio demográfico - basado en el análisis de más de 2.500 censos, encuestas y registros de población – destaca que hay 2.200 millones de cristianos (un 32% de la población mundial), 1.600 millones de musulmanes (23%), mil millones de hindúes (15%), casi 500 millones de budistas (7%) y 14 millones de judíos (0,2%)”. (Fuente: internet).
-Correlación de fuerzas entre Catolicismo y Protestantismo
De los 2,200 millones de cristianos (36%), 1,100 millones aprox. son protestantes (16%-ndr).
ESPAÑA, la nación europea más católica del mundo ha sufrido el impacto del cambio confesional. Así, un destacado político y escritor español, Manuel Azaña, afirmó en 1931: “España ha dejado de ser católica”. En su periplo republicano, España acusa tal avance y se adapta. En 1992, el 10 de noviembre, se concreta la inclusión, el reconocimiento oficial del respeto a la diversidad religiosa, en su versión protestante. Veamos:
En el apartado 1º de las Disposiciones Generales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (Disposición 8526 del BOE núm. 181 de 2015), se lee: “El artículo 10 de la Ley 24/1992, de 10 de noviembre, por la que se aprueba el Acuerdo Cooperación del Estado con la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, garantiza al alumnado, a sus padres, madres o tutores y órganos escolares de gobierno que lo soliciten, el ejercicio del derecho del primero a recibir enseñanza religiosa evangélica en los centros docentes públicos y privados concertados, siempre que, en cuanto a estos últimos, el ejercicio del derecho no entre en conflicto con el carácter propio del centro. La enseñanza religiosa evangélica será impartida por profesorado designado por las Iglesias pertenecientes a la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, con la conformidad de ésta”
Mas también, América Latina es sintomática del avance protestante, aunque no de sus concresiones. Veamos:
“Cuando se anunció que el sucesor de Benedicto XVI sería un latino, Jorge Bergoglio, el mundo entero habló de la importancia que tiene América Latina para la Iglesia Católica. Sin embargo, una encuesta del Pew Research Center demuestra que esta situación ha empezado a cambiar. Según el informe, ahora solo el 69% de los adultos de la región afirman ser católicos. Antes, durante el siglo XX, esta cifra era el 90%. The New York Times es el diario que ha dado cuenta, con sorpresa, de esto. Bueno, si América Latina ya no es tan católica, de acuerdo a esta encuesta, ¿qué es ahora?
Los resultados indican que las iglesias evangélicas y pentecostal están creciendo, a expensas del catolicismo. Lo que ocurre es que Latinoamérica sigue siendo el hogar de un estimado de 40% de la población católica del mundo. No obstante, el estudio de Pew Research revela que el 19% de los latinos ahora es protestante, pese a que la mayoría se ha criado católico y ha sido bautizado como tal(..). De acuerdo al sondeo, en Brasil, Chile, Puerto Rico y Uruguay apoyan que existan sacerdotes mujeres. Es más, consideran que los curas puedan casarse. ¿Y cuál es el más católico de América Latina? ¿Perú, gracias a Cipriani? No. Es Paraguay, donde el 89% de los adultos son católicos. ¿Y el menos católico? Uruguay. En el país de Pepe Mujica, solo el 42% de la población es católica, menos de la mitad. De hecho, Pew Research describe a Uruguay como “de lejos, el país más laico de América Latina”. (Fuente: Revista Hechos&Crónicas, compendio de G. Castañeda, diciembre 2014).
En Perú, se procesa el mismo desarrollo confesional:
“Según el último censo peruano, realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en 2007, el 12.5% de la población profesa la religión evangélica. El pastor de la iglesia Emmanuel, Saúl Gutiérrez, calcula que la cifra debe haber crecido al 15%. “El testimonio de la gente, la transmisión de la palabra, y la constante ayuda al prójimo han sido acciones fundamentales en el desarrollo del evangelismo”, refiere. (..)La cantidad de congregantes evangélicos se duplicó en casi 15 años (de 1993 al 2007). Según el pastor Aguayo, las actividades promovidas por las iglesias también intervienen en este crecimiento. “Un evangélico, aparte de participar en la adoración dominical, acude a diferentes talleres”, acota. Los masivos eventos en estadios, el aumento de casas televisoras cristianas y los más de 18 mil templos de culto muestran la expansión de la comunidad evangélica (Fuente: internet).
3.-PERU NECESITA ADAPTARSE AL CAMBIO
De suyo cae que “la mies está madura”. Todo cambio requiere de agentes dinamizadores. Por ello, habiendo sido elegidas las nuevas Autoridades (Presidente y Congresistas), es tarea de los que nos reclamamos protestantes, activar nuestra disposición a la unidad para poder “pesar” en la balanza de la diversidad y facilitar el cambio. Desarrollemos, por ende, cadenas de oración y ayuno tanto por las nuevas Autoridades para que sean tocadas por Dios y gobiernen con sabiduría cuanto por nuestros líderes evangélicos para que sean sensibles a la unidad y testimonien el mensaje de Jesús(Jn.17:21). He ahí la responsabilidad del Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP), de la Unión Nacional de Iglesias Cristianas del Perú (UNICEP) y de la Fraternidad Internacional de Pastores Cristianos (FIPAC). El que tenga oidos… AMEN.
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